• ¿Qué es la hepatitis?

    Las hepatitis son un grupo de enfermedades inflamatorias, de origen infeccioso o no, que afectan al hígado y, en casos más severos, también a otros órganos.

    Si bien las causas más frecuentes de hepatitis son virales, estas también pueden ser provocadas por enfermedades inmunológicas, metabólicas, por fármacos, por el consumo de alcohol o de drogas ilegales, entre otros.

    De acuerdo al tiempo de evolución que presenten, las hepatitis pueden ser agudas o crónicas. Se clasifican en agudas cuando remiten antes de los 180 días, y crónicas cuando se extienden más allá de los 6 meses, pudiendo persistir toda la vida.

    Los virus que habitualmente provocan las hepatitis son los llamados A, B, C, D y E. La hepatitis por el virus A provoca solamente una enfermedad aguda; mientras que la ocasionada por el virus E habitualmente determina un patología aguda y, excepcionalmente evoluciona hacia una infección crónica. Por otra parte, las Hepatitis B, C y D pueden provocar una enfermedad tanto aguda como crónica.

     


    ¿Qué síntomas pueden provocar las hepatitis?

    Independientemente de cual sea el virus responsable de la hepatitis, la mayoría de las veces las formas agudas son muy poco sintomáticas o no se manifiestan. Sin embargo, en un bajo porcentaje de casos, se expresan con color amarillento de los ojos y de la piel (ictericia), orina de color oscuro y materia fecal clara.

    Por su parte, las hepatitis crónicas habitualmente son asintomáticas, incluso en el estadio de cirrosis.

    Entonces, debido a la poca sintomatología de las hepatitis virales, resulta importante destacar que, para hacer el diagnóstico, es necesario recurrir a estudios de laboratorio (exámenes sanguíneos) o pruebas rápidas (en saliva o en sangre)”.

     


    ¿Cómo se transmiten las hepatitis virales? ¿Hay grupos más vulnerables para

    infectarse?

    Las hepatitis A y E se transmiten por la vía fecal-oral, es decir, cuando una persona no infectada ingiere alimentos o agua contaminados por las heces de una persona infectada. Esta contaminación puede ser producida por una higiene inadecuada de las manos, de los alimentos, el inadecuado tratamiento de las excretas y la falta de potabilización del agua. La hepatitis E también se trasmite a través de la carne y productos derivados del cerdo.

    Las hepatitis B y D son infecciones de transmisión sexual, vertical (en el momento del parto, de madre infectada al hijo) o parenteral, es decir por contacto con sangre contaminada a través de inyecciones, material médico, lesiones en la piel o mucosas.

    La hepatitis C se transmite casi exclusivamente por la vía parenteral y raramente es de transmisión sexual o vertical.

    En cuanto a los grupos más vulnerables, los hay según cada tipo de hepatitis viral:

    Para la hepatitis A, son los niños que no han sido vacunados y que concurren a guarderías, jardines de infantes y colegios, al igual que los adultos no vacunados.

    En la actualidad los grupos más vulnerables para las hepatitis B y C son los adictos a drogas por vía endovenosa en tanto que debe agregarse el sexo sin protección y los hijos de madres portadoras de la hepatitis B. La transmisión a través de las vías sexual y vertical son infrecuentes en la hepatitis C

    El virus de la hepatitis D, para provocar infección, requiere de la presencia del virus B. Por lo tanto, los grupos en riesgo para este virus son similares a los de la hepatitis B.

     


    ¿Se conoce cuántos infectados por Hepatitis C hay en la Argentina?

    Aunque no contemos con estadísticas nacionales, se puede estimar que alrededor del 1% de los adultos mayores de 19 años viven con hepatitis C crónica; el equivalente a 400.000 infectados crónicos, que en la mayoría de los casos lo desconocen.

     


    ¿Pueden prevenirse las hepatitis virales? ¿Existen tratamientos?

    Existen vacunas para la hepatitis A y B, y forman parte del Calendario Nacional de Vacunación. Todos los no vacunados deberían estudiarse para ver si la requieren o no. Por su parte, la higiene de manos, el no uso de drogas, el sexo seguro, la higiene de alimentos y el saneamiento de aguas; son otras medidas preventivas para esta enfermedad.
    La Hepatitis crónica B así como las hepatitis agudas y crónicas por el virus C pueden ser tratadas y tener una muy buena evolución.

  • ¿Qué es el Cáncer de Colon?

    Es un tumor maligno que se desarrolla en el intestino grueso, compuesto por el colon y el recto; por ello también se lo conoce como “cáncer colorrectal”.

    Es prevenible y curable ya que, en sus fases tempranas, se presenta como una lesión en la superficie de la mucosa del colon. Es de lento crecimiento y, detectado a tiempo, puede extirparse y curarse en más de un 90% de los casos.

    Sin embargo, cuando la enfermedad es diagnosticada en etapas avanzadas, las probabilidades de recuperarse descienden a un 60%. En esta última etapa, los signos y síntomas son los cambios en la manera de evacuar el intestino, sangrado en la defecación, dolores abdominales o rectales frecuentes, anemia y/o pérdida de peso sin motivo aparente.

    Por tratarse de un tipo de cáncer asintomático, es primordial la consulta al médico y los estudios de prevención.

     


     ¿Cuáles con los signos / síntomas?

    • -Sangrado en la materia fecal.-
    • Cambios en la forma habitual de evacuar el intestino.
    • -Dolores abdominales y/o rectales frecuentes.
    • -Anemia.
    • -Pérdida de peso.
    • -Como puede desarrollarse sin síntomas, es importante su prevención.

     


     ¿A quiénes afecta?

    Afecta, principalmente, a hombres y mujeres mayores de 50 años -con un pico de incidencia entre 65 y 75 años- aunque, en el caso de antecedentes familiares, puede afectar a personas de menor edad. Su incidencia es levemente mayor en hombres que en mujeres.

    En la mayoría de los casos se desarrolla en personas que no presentan antecedentes personales ni familiares de cáncer.

     


    ¿Cómo se detecta?

    Los procedimientos para diagnosticarlo son variados y su elección debe ser definida entre el médico y el paciente.

    Entre ellos:

    • Colonoscopía.
    • Colografía por tomografía computarizada (también conocida como “colonoscopía virtual”).
    • Cápsula endoscópica.
    • Pruebas de sangre oculta en materia fecal.

    Frente al resto de los procedimientos, la colonoscopía tradicional suele resultar más eficaz a la hora de detectar pólipos ya que, por ejemplo, el Colonoscopio Olympus 180 y Olympus 190 tienen calidad de imagen HD, lo que permite visualizar pólipos minúsculos que no serían detectados con cualquier otro equipo.

     

     


     ¿Qué es la colonoscopía?

    Es un procedimiento endoscópico que examina minuciosamente el colon y el recto mediante un tubo delgado y flexible con una cámara incorporada. Identifica y permite la extirpación de pólipos y/o la detección del cáncer.

    Es realizado por médicos especialistas y, para confort del paciente, se realiza con sedación. Dura entre 20 y 40 minutos, aproximadamente.


     PREVENCIÓN DEL CÁNCER DE COLON

    Existen ciertas medidas favorables para la salud en general que podrían ayudar a prevenir la aparición de pólipos colónicos y, así, reducir el riesgo de tener esta patología:

    • Alimentación

    -Reducir el consumo de carnes rojas, carne procesada y carne muy cocinada o en contacto directo con el fuego.
    -Disminuir la ingesta de grasas de origen animal.
    -Optar por una dieta rica en fibra, vegetales, fruta y leche u otros productos lácteos.
    -Ingerir productos ricos en calcio.

    • Estilo de Vida

    -Evitar el consumo de alcohol y de tabaco.

    • Actividad Física

    -Realizar actividad física regularmente.
    -Evitar el sedentarismo.
    -Mantener un peso saludable.

    • Controles Médicos

    -Control médico como medida de prevención.
    -Visitar al gastroenterólogo una vez cada 5 años a partir de los 50 años.
    -Consultar a un profesional si se tienen antecedentes o en caso de notar cualquier síntoma o alteraciones en la materia fecal.

     


     Los números del Cáncer de Colon

    -Afecta a 1 de cada 25 personas en el mundo.

    -En la Argentina es el tercer cáncer en incidencia (luego del de mama y de próstata) y el segundo de mayor mortalidad (luego del cáncer de pulmón). Por año se conocen más de 13.000 nuevos casos.

    -Detectado a tiempo, puede curarse en más del 90% de los casos.

    -Entre 10 y 15 años es el tiempo estimado de la progresión del cáncer colon, desde la mucosa normal hasta la aparición de la enfermedad.

    -El principal factor de riesgo de padecer cáncer de colon es la edad: en la mayoría de los casos se produce en personas mayores a 50 años.

    -Alrededor del 75% de los casos de cáncer colorrectal son denominados esporádicos, es decir que se desarrollan en personas que no presentan antecedentes personales ni familiares demostrados de la enfermedad.

     


     MITOS SOBRE EL CÁNCER DE COLON

    “A partir de los 40 años hay que hacerse una colonoscopía todos los años”.

    FALSO. La recomendación general es realizar un estudio diagnóstico a partir de los 50 años, edad en la que aumentan las probabilidades de desarrollar la enfermedad. En algunos casos con antecedentes (personales o familiares) puede recomendarse un control desde edades más tempranas.

    “El cáncer de colon afecta sólo a los hombres”.

    FALSO. El cáncer de colon afecta, casi por igual, a hombres y a mujeres.

    “El cáncer de colon es terminal”.

    FALSO. De hecho, el cáncer de colon es uno de los pocos que tiene cura. Pero, para ello, es fundamental el diagnóstico temprano. Detectado a tiempo puede curarse en más de un 90% de los casos.

    “Si no hay síntomas, no hay que preocuparse”.

    FALSO. El cáncer de colon es un tipo de cáncer totalmente asintomático hasta la etapa avanzada. Por ello, es primordial el control médico y de los estudios de prevención.

    “El cáncer de colon sólo se cura mediante cirugía”.

    FALSO. En etapas tempranas de su desarrollo es tratable vía endoscópica, favoreciendo el tratamiento ya que se evita, además, cualquier riesgo adicional producto de lo que implica una cirugía.

    “No hay nada que una persona pueda hacer para evitar el cáncer colorrectal”.

    FALSO. La alimentación rica en frutas y vegetales y baja en grasas y carnes rojas, la actividad física regular, el mantenimiento del peso corporal, evitar el tabaco y la ingesta de alcohol ayudan a reducir el riesgo de padecer la enfermedad.

    “Los estudios son dolorosos”.

    FALSO. La colonoscopía es realizada por profesionales especializados y con sedación; por lo cual, el paciente no experimenta dolor alguno. En el mismo estudio se extirpan los pólipos previniendo el cáncer de colon.

     


     VERDADES SOBRE EL CÁNCER DE COLON

    “El consumo de carnes rojas muy cocidas contribuye al desarrollo del cáncer de colon”.

    El consumo de carnes rojas, carne procesada y carne muy cocida en contacto directo con el fuego se ha asociado a un mayor riesgo de sufrir cáncer colorrectal. Por ello, se recomienda evitar el contacto directo de las carnes con el fuego y quemar bien las brasas al hacer un asado; para evitar el efecto ahumado que contribuye al desarrollo de la enfermedad.

    “Los hábitos alimenticios contribuyen a la enfermedad”.

    El consumo de alcohol, de tabaco y el abuso de carnes muy cocidas, en contacto directo con el fuego se ha asociado a un mayor riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Por otro lado, una dieta rica en fibra, vegetales, fruta y leche u otros productos lácteos parece ejercer un efecto protector. Cabe destacar que, a pesar de estas asociaciones, todavía no ha sido posible determinar de manera precisa si existen alimentos o nutrientes que actúen como factores desencadenantes.

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